Nos enorgullece presentar tres generaciones de una misma familia dedicadas en cuerpo y alma al cultivo del olivo y a la elaboración de un Aceite de Oliva Virgen Extra para hostelería de cosecha propia, siendo todas sus variedades comercializadas bajo la denominación de Aceites Puerto la Fuente.
En la familia Martín hemos querido cuidar y mantener, con especial cariño, el proceso tradicional de extracción del Aceite de Oliva Virgen Extra. La transmisión de estos conocimientos nos ha permitido, a la generación actual, obtener un Aceite de Oliva Virgen Extra para hostelería cuyas propiedades organolépticas mantienen los estándares de calidad intactos, convirtiéndolo en un oro líquido de una elevada riqueza culinaria.
El valor de nuestras tierras viene dado por las excepcionales características medioambientales con las que convivimos, a lo que habría que añadirle la importancia cultural del terreno donde nos encontramos. Nuestros olivos están sembrados en la Finca que lleva por nombre El Arrompío, situada en Granátula de Calatrava, localidad que forma parte del camino conocido como “Ruta del Quijote”.
Aquí, entre los Montes de Toledo y Sierra Morena, vivimos en plena convivencia con un clima que reúne las condiciones naturales óptimas para la siembra del olivo.
Don Quijote recorrió a lomos de Rocinante todos estos parajes de olivares, siendo acompañado en sus aventuras por su fiel escudero Sancho Panza, y teniendo como espectadores impertérritos de sus idas y venidas, a los mismos molinos de viento que todavía hoy se encuentran presentes.
Estos molinos de viento que aún se conservan son la prueba irrefutable de la tradición olivarera de nuestra tierra. Su presencia recuerda que nuestros antepasados ya se valían de ellos para la molienda de la aceituna, permitiendo así la extracción del Aceite de Oliva Virgen Extra en su cosecha temprana.
Si bien, ahora son los mejores testigos de cómo desde Aceites Puerto la Fuente mantenemos viva la tradición olivarera de la zona.
Asimismo, hemos heredado con satisfacción los usos tradicionales de recogida de aceituna y el proceso de extracción del Aceite de Oliva. A estas técnicas debemos sumarle la utilización de avances tecnológicos aplicables a la mejora en la agricultura.
El resultado de esta fusión de tradición e innovación es, precisamente, la que nos permite mantenernos en un constante crecimiento de producción y poner en el mercado un zumo de aceituna con garantía. Disponemos de clientes tanto a nivel nacional como internacional, siendo Japón uno de los destinos más demanda nuestra elaboración. La suma de todo ello nos ha convertido en distribuidores de Aceite de Oliva Virgen Extra para hostelería reconocidos en todo el mundo.
Una de las claves para contar con un Aceite de Oliva Virgen Extra de excelencia es ser exquisito en la fase de recolección de las aceitunas. Este fruto es recogido en su cosecha temprana, directamente de los olivos que se encuentran plantados en los parajes colindantes al río Jabalón.
La selección para la cosecha temprana suele coincidir con los meses de octubre y noviembre. Aún en su fase de fruto verde, las aceitunas recogidas son inmediatamente prensadas en frío. No hay que olvidar que este proceso de recolección se antoja imprescindible para garantizar el nivel de calidad del Aceite de Oliva Virgen Extra que requerimos en Aceites Puerto la Fuente.
De esta manera, obtenemos un Aceite de Oliva Virgen Extra puro y fresco, que mantiene el sabor y el olor intenso original así como el color verde brillante característico del primer zumo natural de aceitunas, siendo un líquido de calidad suprema.
Nuestros olivos reciben atención todos los días del año. Comprobamos el estado de cada árbol, cuidando el desarrollo de la aceituna desde su nacimiento, recibiendo el apoyo del uso de tecnología de última generación para su óptimo mantenimiento. Así, del amor a una tierra, de una sólida formación y del trabajo constante obtenemos un Aceite de Oliva Virgen Extra para hostelería único en el mundo.